“Por eso el Señor ardió de enojo contra Israel y dijo: «Ya que este pueblo ha
violado mi pacto que hice con sus antepasados y no ha hecho caso a mis
mandatos, ya no expulsaré a las naciones que Josué dejó sin conquistar
cuando murió. Lo hice para poner a prueba a Israel: para ver si seguiría o
no los caminos del Señor, como
lo hicieron sus antepasados». Por esa razón el Señor dejó esas naciones donde estaban. No las expulsó de
inmediato, ni permitió que Josué las conquistara a todas.”
Jueces 2:20-23
Cuando
Josué murió, a los 110 años, aún faltaba tierra por conquistar para completar
la promesa que Dios hizo a Moisés cuando salieron de Egipto, lo que conocemos
como la “tierra prometida”. Los israelitas solo pudieron conquistar una parte,
y estos versículos explican el por qué: “Lo hice para poner a prueba
a Israel: para ver si seguiría o no los caminos del Señor”.
¿Cuántas
bendiciones de parte de Dios aún sientes que te faltan por alcanzar? ¿Alguna
vez has dudado de una promesa porque pasa el tiempo y no se materializa? Tal
vez está sucediendo contigo lo mismo que pasó con los Israelitas, quienes
pasaron un período de prueba, algunas veces lo superaron y otras no.
El
cumplimiento de una promesa no depende de Dios, depende de nuestro
comportamiento durante un tiempo específico, en el cual el Señor decide probar
si estamos listo o no para recibir su bendición.
Hebreos
6:11-12 dice:
“Nuestro gran deseo es que sigan
amando a los demás mientras tengan vida, para asegurarse de que lo que esperan
se hará realidad. Entonces, no se volverán torpes ni indiferentes
espiritualmente. En cambio, seguirán el ejemplo de quienes, gracias a su fe y
perseverancia, heredarán las promesas de Dios”
Estos
versos nos enseñan tres cosas que debemos procurar y practicar para recibir las
promesas de Dios:
1)
AMOR: (v.11)
Dios
es amor, y en su Palabra es hace hincapié en que todo lo que hagamos sin amor
no tiene validez (1Cor13:1-3). Jesús resumió la ley dos mandamientos: “ama a
Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22:37-40). El
amor es lo que te mueve a desear y hacer lo bueno, lo justo, lo honesto. Una
persona con un corazón vacío es alguien fácil de tentar a hacer todo lo que a
Dios le desagrada.
2)
FE: (V.12)
Sin
fe es imposible agradar a Dios (Heb11:6). No puedes seguir a alguien en quien
no crees. Cada persona es probada en el nivel de fe que posee. Abraham, el
padre de la fe, fue probado progresivamente hasta alcanzar un nivel óptimo de
fe. Queramos o no, siempre seremos probados y llevados a niveles más altos.
3)
PERSEVERANCIA: (V.12)
La
paciencia es una virtud que muy pocos poseen y es el tiempo de desarrollarla:
“Dios bendice a los que soportan con
paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas,
recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman” Santiago
1:12
Dios no coloca pruebas para hacernos sufrir, lo
hace para hacernos crecer, de manera tal que cuando recibamos sus promesas
seamos lo suficientemente maduros para administrarlas correctamente, sin
alejarnos de Él.
Hay una canción que comienza diciendo: “la verdad
puede herirte, o la verdad puede cambiarte… tú decides lo que la verdad puede
hacer en ti”. Hoy te digo: “las pruebas pueden herirte, o las pruebas pueden
cambiarte…” tú decides lo que las pruebas de Dios pueden hacer en ti.
“Y sabemos que Dios hace que todas las
cosas cooperen para el bien de
quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”
Romanos 8:28
15/02/2017
@fotala10
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