Monday, February 20, 2017

2017-02-13 LLAMADO AL SACERDOCIO…

Ps.Miguel Osuna - Centro Cristiano del Este
(Parque Naciones Unidas - Evento "El Rey te manda a llamar")
Entonces los israelitas salieron del campamento para cruzar el Jordán, y los sacerdotes que llevaban el arca del pacto iban delante de ellos. Era la temporada de la cosecha, y el Jordán desbordaba su cauce. Pero en cuanto los pies de los sacerdotes que llevaban el arca tocaron el agua a la orilla del río, el agua que venía de río arriba dejó de fluir y comenzó a amontonarse a una gran distancia de allí, a la altura de una ciudad llamada Adán, que está cerca de Saretán. Y el agua que estaba río abajo desembocó en el mar Muerto hasta que el lecho del río quedó seco. Después, todo el pueblo cruzó cerca de la ciudad de Jericó.
Mientras tanto, los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del Señor se quedaron parados en tierra seca, en medio del lecho, mientras el pueblo pasaba frente a ellos. Los sacerdotes esperaron allí hasta que toda la nación de Israel terminó de cruzar el Jordán por tierra seca
Josué 3:14-17

Constantemente pedimos a Dios que nos bendiga, que envíe a un profeta a darnos una Palabra de su parte, que toque el corazón de alguien para suplir nuestras necesidades, o que nos de un ministerio que se pierda de vista. Eso no está mal, lo malo es cuando nos aferramos a la mentalidad de “receptores”, y se nos olvida que también podemos ser “emisores”. 

Nos hemos habituado a vivir como ese montón de israelitas que va detrás de los sacerdotes, esperando que ellos nos hagan pasar el río en seco, y que ellos sean los que carguen el arca del pacto.
Los sacerdotes que llevaban el arca del pacto pagaron un precio, espiritual, emocional y físico, por eso Dios obró el milagro a través de ellos. ¿Hasta cuándo nos vamos a conformar con que Dios mueva a sus sacerdotes para bendecirnos? ¿Acaso no queremos ser uno de esos sacerdotes que el Señor usa para bendecir a otros?

Los que tenemos un llamado de parte de Dios no fuimos llamados a pedir, fuimos llamados a dar, no fuimos llamados a esperar que otro nos bendiga, fuimos llamados a ser de bendición. Es tiempo de ser los sacerdotes de esta nación, no podemos seguir esperando que otros nos hagan cruzar en seco hacia la meta que debemos alcanzar. Hemos sido escogidos y dotados por el mismo Creador del universo, pero para lograrlo debemos pagar el precio de la obediencia a Su Palabra y buscar de Su presencia constantemente.

¿Estamos listos para pagar el precio de Su llamado? De ser así, estás son algunas de sus promesas para los que serán sacerdotes y llevarán Su Arca:

»Si obedeces los mandatos del Señor tu Dios y andas en sus caminos, el Señor te confirmará como su pueblo santo, tal como juró que haría. Entonces todas las naciones del mundo verán que eres el pueblo elegido por el Señor y quedarán asombradas ante ti.
»El Señor te dará prosperidad en la tierra que les juró a tus antepasados que te daría, te bendecirá con muchos hijos, gran cantidad de animales y cosechas abundantes. El Señor enviará lluvias en el tiempo oportuno desde su inagotable tesoro en los cielos y bendecirá todo tu trabajo. Tú prestarás a muchas naciones pero jamás tendrás necesidad de pedirles prestado. Si escuchas los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy y los obedeces cuidadosamente, el Señor te pondrá a la cabeza y no en la cola, y siempre estarás en la cima, nunca por debajo”
Deuteronomio 28:9-13


Podemos ser uno más del montón o podemos ser los que Dios use para guiar a ese montón.
@fotala10

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