Ps.Miguel Osuna - Centro Cristiano del Este (Parque Naciones Unidas - Evento "El Rey te manda a llamar") |
“Entonces los israelitas salieron
del campamento para cruzar el Jordán, y los sacerdotes que llevaban el arca del
pacto iban delante de ellos. Era la temporada de la
cosecha, y el Jordán desbordaba su cauce. Pero en cuanto los pies de los
sacerdotes que llevaban el arca tocaron el agua a la orilla del río, el
agua que venía de río arriba dejó de fluir y comenzó a amontonarse a una gran
distancia de allí, a la altura de una ciudad llamada Adán, que está cerca de
Saretán. Y el agua que estaba río abajo desembocó en el mar Muerto
hasta
que el lecho del río quedó seco. Después, todo el pueblo cruzó cerca de la
ciudad de Jericó.
Mientras
tanto, los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del Señor se quedaron parados
en tierra seca, en medio del lecho, mientras el pueblo pasaba frente a ellos.
Los sacerdotes esperaron allí hasta que toda la nación de Israel terminó de
cruzar el Jordán por tierra seca”
Josué 3:14-17
Constantemente pedimos a Dios que nos bendiga, que envíe a un
profeta a darnos una Palabra de su parte, que toque el corazón de alguien para
suplir nuestras necesidades, o que nos de un ministerio que se pierda de vista. Eso no está mal, lo malo es cuando nos aferramos a la
mentalidad de “receptores”, y se nos olvida que también podemos ser “emisores”.
Nos hemos habituado a vivir como ese montón de israelitas que va detrás de los sacerdotes, esperando que ellos nos hagan pasar el río en seco, y que ellos sean los que carguen el arca del pacto.
Nos hemos habituado a vivir como ese montón de israelitas que va detrás de los sacerdotes, esperando que ellos nos hagan pasar el río en seco, y que ellos sean los que carguen el arca del pacto.
Los sacerdotes que llevaban el arca del pacto pagaron un precio,
espiritual, emocional y físico, por eso Dios obró el milagro a través de ellos.
¿Hasta cuándo nos vamos a conformar con que Dios mueva a sus sacerdotes para
bendecirnos? ¿Acaso no queremos ser uno de esos sacerdotes que el Señor usa
para bendecir a otros?
Los que tenemos un llamado de parte de Dios no fuimos
llamados a pedir, fuimos llamados a dar, no fuimos llamados a esperar que otro
nos bendiga, fuimos llamados a ser de bendición. Es tiempo de ser los sacerdotes
de esta nación, no podemos seguir esperando que otros nos hagan cruzar en seco
hacia la meta que debemos alcanzar. Hemos sido escogidos y dotados por el mismo
Creador del universo, pero para lograrlo debemos pagar el precio de la
obediencia a Su Palabra y buscar de Su presencia constantemente.
¿Estamos listos para pagar el precio de Su llamado? De ser
así, estás son algunas de sus promesas para los que serán sacerdotes y
llevarán Su Arca:
“»Si obedeces los
mandatos del Señor tu Dios y andas en sus caminos, el Señor te confirmará como su pueblo santo, tal
como juró que haría. Entonces todas las naciones del mundo verán que eres el pueblo
elegido por el Señor y quedarán asombradas ante ti.
»El Señor te dará prosperidad
en la tierra que les juró a tus antepasados que te daría, te bendecirá con
muchos hijos, gran cantidad de animales y cosechas abundantes. El Señor enviará lluvias en el
tiempo oportuno desde su inagotable tesoro en los cielos y bendecirá todo tu
trabajo. Tú prestarás a muchas naciones pero jamás tendrás necesidad de
pedirles prestado. Si escuchas los mandatos del Señor tu Dios que te
entrego hoy y los obedeces cuidadosamente, el Señor te pondrá a la cabeza
y no en la cola, y siempre estarás en la cima, nunca por debajo”
Deuteronomio 28:9-13
Podemos ser uno más del montón o podemos ser los que Dios use
para guiar a ese montón.
@fotala10
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