Friday, July 12, 2013

¿SOY DIGNO DE CONFIANZA?

¿SOY DIGNO DE CONFIANZA?


“No fue necesario pedir cuentas de este dinero a los supervisores de la construcción, porque eran hombres honestos y dignos de confianza” (2 Reyes 12:15)

Este versículo trae a mi memoria a un antiguo jefe, a quien yo trataba de rendirle cuentas de todo el movimiento de efectivo (pagos especialmente), que hacía desde las cuentas bancarias de su empresa, y ante mi insistencia de que supervisara mi trabajo me dijo: “te di acceso a mis cuentas bancarias porque te conozco y sé que serías incapaz de robarme, confío más en ti que en mi propia hermana”.

El ser dignos de confianza es un honor que llena de gozo, que da un ánimo indescriptible, pero también es una gran responsabilidad. La confianza no se exige, se gana; no se mendiga, se compra a precio de honestidad, de integridad, de deseos de querer hacer las cosas bien.

Hay un concepto que se conoce en la vida cristiana, pero que lamentablemente muy poca gente practica, y es la MAYORDOMÍA. El apóstol Pedro, nos dice que todos los cristianos somos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4: 10)

Un mayordomo es aquella persona a quien el dueño deja a cargo porque confía en que cuidará sus bienes como si fueran suyos, aunque está consciente de que no lo son. (Lucas 12:35-48). Dios es el dueño y señor de todo lo que somos y tenemos, y nos ha puesto como mayordomos de su creación.

Un ejemplo bíblico de mayordomía es José:
El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.Potifar lo notó y se dio cuenta de que el Señor estaba con José, y le daba éxito en todo lo que hacía.Eso agradó a Potifar, quien pronto nombró a José su asistente personal. Lo puso a cargo de toda su casa y de todas sus posesiones. Desde el día en que José quedó encargado de la casa y de las propiedades de su amo, el Señor comenzó a bendecir la casa de Potifar por causa de José. Todos los asuntos de la casa marchaban bien, y las cosechas y los animales prosperaron. Pues Potifar le dio a José total y completa responsabilidad administrativa sobre todas sus posesiones. Con José a cargo, Potifar no se preocupaba por nada, ¡excepto qué iba a comer!” (Génesis 39:2-6)

Ha colocado en nuestras manos una familia, una iglesia, e incluso nuestro propio cuerpo, que es el templo y la morada de Su Espíritu.

Una de las áreas que muy pocas veces tomamos en cuenta es la física, el cuidado de nuestro cuerpo, que es en donde habita el Espíritu Santo. Cuántas veces nos hemos desvelado orando y reprendiendo enfermedad y cansancio, cuando, generalmente, lo que hay que echar fuera son los malos hábitos a los que nosotros mismos nos hemos acostumbrado (mala alimentación, pocas horas de descanso, cero actividad física). Este es un asunto en el que Satanás nada tiene que ver, más bien es una cuestión de poner en práctica el “dominio propio” que se supone ahora tenemos: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” (2 Timoteo 1:7)

Otra de las áreas que parece no ser importante para algunas personas es el cuidado y mantenimiento de los recursos que Dios nos ha dado a administrar dentro de la iglesia. La primera vez que tuve la oportunidad de predicar (en un taller de homilética dado por nuestro pastor Miguel Osuna), hablé de esta área de la mayordomía, y reflexionaba lo siguiente: “¿de qué me sirve dar una ofrenda de Bs.50,oo si le generó a la iglesia un gasto de Bs.100,oo? Porque exactamente eso hago cuando dejo luces y equipos electrónicos encendidos, cuando ingiero alimentos en áreas restringidas y mancho alfombras y sillas, cuando daño un objeto y no tengo la voluntad y el sentido común de confesarlo y reponerlo. Todo eso genera un gasto, la pregunta es ¿un buen mayordomo genera gastos? NO, la Biblia enseña que un mayordomo no solo cuida, sino que multiplica los bienes del dueño, que en este caso es DIOS. (ver la vida de José – Gen 39)

¿Qué estamos haciendo con todo lo que el DUEÑO colocó en nuestras manos? ¿Lo estamos cuidando y multiplicando? ¿Qué clase de mayordomos somos?

Medita en esto: ¿acaso yo demuestro con mis ACCIONES que soy una persona digna de confianza?

Mateo 25:29 “A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen”

Dios les bendiga

Itala D´Ambrosio Silva
www.dambrosioitala.blogspot.com
09/07/2013


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