20/05/12 – “UN DOLOR PRODUCTIVO” Génesis 6:6
“Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”
Gen6:6 (RVR)
Una de las asignaciones de la semana pasada en la Escuela de Líderes (CCE) fue analizar la vida de Noé, especialmente de su motivación para obedecer a Dios en la construcción del arca. Llegamos a la conclusión de que la íntima relación que Noé mantenía con Dios lo llevó a ser un hombre fiel, justo y sobre todo obediente.
Estamos seguros de que Dios vio a Noé y se agradó de haberlo creado, pero quisiera enfocarme en lo que sintió por el resto de su creación. Seguramente Él tenía la visión de que toda la humanidad fuese como Noé, pero lamentablemente eso no sucedió y no tuvo otra opción que hacer como dicen algunos: “borrón y cuenta nueva”.
¿Cuántas veces no hemos pasado por la misma situación que tuvo que experimentar Dios en este pasaje? ¿En cuántas ocasiones no nos hemos arrepentido de algo que hemos hecho creyendo que funcionaría para luego darnos cuenta que fue un error, que calculamos mal, que el resultado no fue exactamente como lo planeamos?
Esto nos puede haber ocurrido en cualquier área, tal vez depositamos nuestra confianza en una persona que no estaba lista para valorarla, o quizás invertimos nuestro dinero en el negocio equivocado y obtuvo pérdidas en lugar de ganancias (aún me estoy arrepintiendo de aquel pésimo negocio que hice hace unos años). En fin, todos hemos construido escenarios que después de un tiempo no lucen todo lo bonito que se veían en nuestra mente.
Veamos que hizo Dios al respecto:
1) Dios observó:
El Señor se tomó un tiempo para mirar lo que estaba pasando, no actuó impulsivamente, se detuvo y miró a su alrededor.
“El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo” (v.5) - NTV
Debemos poner a un lado todas esas emociones que nos impiden observar objetivamente (ira, desmotivación, negativismo). Es importante que miremos bien lo que está ocurriendo para así tomar la mejor decisión posteriormente.
2) Dios se responsabilizó:
Él no buscó culpables. Dice que se arrepintió de lo que hizo, se arrepintió de la raza que creó y eso le dolió en su corazón.
“Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón” (v.6) - NTV
Los seres humanos tenemos la tendencia a buscar culpables donde muchas veces no los hay, generalmente somos responsables de lo bueno y de lo bueno que nos pasa. Por supuesto, existen situaciones que se nos escapan de las manos, pero admitamos que la mayoría de ellas son nuestra creación.
3) Dios decidió:
Luego de observar y asumir la responsabilidad con todo el dolor que implica, tomó la decisión de corregir lo que se había desviado de su sueño original.
“Entonces Dios dijo a Noé: «He decidido destruir a todas las criaturas vivientes, porque han llenado la tierra de violencia. Así es, ¡los borraré a todos y también destruiré la tierra!” (v.13)
Una buena observación y el tiempo suficiente para reflexionar en lo que hemos hecho nos llevarán a tomar decisiones sabias y justas.
4) Dios entrevió:
Ciertamente tomó la decisión de destruir aquello que Él mismo hizo, pero no sin antes distinguir a una persona con la cual valía la pena empezar de nuevo.
“Pero Noé encontró favor delante del Señor” (v.8) NTV
“»¡Mira! Estoy a punto de cubrir la tierra con un diluvio que destruirá a todo ser vivo que respira. Todo lo que hay en la tierra morirá, pero confirmaré mi pacto contigo. Así que entren en la barca tú y tu mujer, y tus hijos y sus esposas” (v.17-18) NTV
Siempre habrá algo bueno que conservar de esas circunstancias dolorosas, Yimy Alvarado decía hoy en su prédica que las situaciones difíciles nos ayudan a madurar.
5) Dios pactó:
Prometió no volver a aplicar la misma resolución en caso de volver a presentarse el mismo problema.
“Sí, yo confirmo mi pacto con ustedes. Nunca más las aguas de un diluvio matarán a todas las criaturas vivientes; nunca más un diluvio destruirá la tierra»” (v.11) NTV
Seguramente en el futuro se nos presentarán situaciones igual ó más difíciles, pero no podemos crear un patrón para solucionarlas, no debemos enfrascarnos en una fórmula matemática, porque cada experiencia trae consigo un aprendizaje, por lo cual, la siguiente vez que estemos ante una situación similar lo más probable es que la manejemos de una forma diferente, simplemente porque la experiencia anterior nos llevó a buscar más del consejo de Dios y por consiguiente seremos más sabios.
Concluyo que el dolor puede ser productivo si permitimos que Dios actúe en cada decisión que tomamos. Probablemente no es la primera vez ni será la última que debamos arrepentirnos de haber creado algo (tangible ó intangible), pero lo importante es que OBSERVEMOS lo que pasa, asumamos la RESPONSABILIDAD que nos corresponde, lo cual nos ayudará a tomar las DECISIONES apropiadas ENTREVIENDO lo que aún puede ser rescatado, para así hacer un nuevo PACTO que nos lleve al éxito que todo ser humano anhela obtener.
Dtb!
Itala D'Ambrosio S.
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