Friday, September 29, 2006

“Detrás de cada gran DERECHO hay una gran OBLIGACIÓN”. (Part II)

"Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia" (Col 1:24).

Según el diccionario la palabra "sacrificio" significa rendirse o perder algo con el fin de obtener algo más.

Toma algunos minutos para meditar sobre las diferentes situaciones en tu vida:

1) Situaciones en donde no has hecho ningún esfuerzo y cuáles fueron los resultados.

2) Situaciones en donde hiciste un gran esfuerzo y las ganancias o beneficios obtenidos.

¿Cuál de éstas situaciones piensas que te ayudó a crecer más rápido? Eso no significa que si no estamos padeciendo constantemente no somos buenos cristianos, Jesús ya pagó el precio y llevó todos nuestros pecados y dolencias a la Cruz haciendo un nuevo Pacto de gracia y de salvación por su sacrificio, Él ya nos ha dado la victoria.

El tipo de sacrificio del que estoy hablando es el que va en contra de nuestro propio carácter. Hay una cuestión que escuché una vez y me ayuda cuando estoy en una situación difícil: ¿Qué haría Jesús si estuviera en mi lugar? Muchas veces me he encontrado con que estaba a punto de hacer exactamente lo contrario a lo que Él haría.

Es muy importante mantener estas cosas en mente:

1) Lo que es un sacrificio para mí tal vez no lo es para otra persona y viceversa: Cada uno de nosotros es único, con diferentes talentos, dones y llamados. No debemos juzgar a otros pero si podemos interceder y buscar la mejor manera de trabajar juntos pacíficamente.

2) Las cosas que realmente tienen sentido en la vida siempre cuestan algo: No hay resurrección sin muerte. (“Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”. Jn 12: 24).

3) Fija los ojos en Jesús y todo será mucho más fácil. (Hec 7: 54 - 60; 2Cor 4: 17 - 18)

4) El sacrificio debe tener un propósito y no puede ir contra la Palabra de Dios o Su voluntad para nuestra vida. Hace unos pocos años conocí a una persona adinerada, pero cuando decidió ser cristiano decidió dejar sus bienes y convertirse en una persona de bajos recursos porque pensaba que sería un buen cristiano si sacrificaba su comodidad finanaciera, pero la verdad es que fue llamado a hacer exactamente lo contrario, fue llamado para "dar", para compartir su riqueza con los demás, a trabajar aún más arduamente y dar más para el Cuerpo de Cristo. (Jeremías 6: 20; Mt 9: 13; Mark 12: 32-34)

5) Puede ser doloroso, pero produce paz en tu corazón. (2Cor 4: 7 - 15)

6) Y por último pero no menos importante, hacer todo por y con amor. ("Si diera todas mis posesiones a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada vale". 1Cor 13: 3)

Cuando tenemos una relación estrecha con Dios, Él nos muestra cuándo rendir nuestro orgullo, cómo permanecer cuando sólo queremos huir, y cuando decir "lo siento” cuando aún pensamos que tenemos la razón. Se trata de un aprendizaje diario. Al final, ese sacrificio que pensabas no podrías hacer termina resultando una bendición para usted y para los que están a su alrededor.

"Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano."1Cor 15: 58.

NO ES FÁCIL PERO CUAN GRATIFICANTE ES…


Itala D’Ambrosio S.
Sep 2006

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