“ Y Dios vio que la luz era buena. Luego
separó la luz de la oscuridad. 5 Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad
«noche»” (v.4).
“Entonces
Dios dijo: «Que haya un espacio entre las aguas, para separar las aguas de los
cielos de las aguas de la tierra»” (v.6)
“Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del
cielo se JUNTEN EN UN SOLO LUGAR, para que aparezca la tierra seca»; y eso fue
lo que sucedió. 10 Dios llamó a lo seco «tierra» y a las aguas «mares».
Y Dios vio que esto era bueno” (v.9-10)
“Entonces
Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para SEPARAR el día de la noche;
que sean señales para que marquen las estaciones, los días y los años” (v.14)
Generalmente, cuando
hablamos de asuntos que tienen que ver con Dios, usamos mucho el verbo unir,
armamos estrategias especialmente pensadas para reunir, armonizar, juntar. Sin
embargo, me llamó la atención que en este primer capítulo de la Biblia Dios
comenzó separando cosas, de hecho no creó al hombre, ni colocó en el huerto,
hasta que no terminó de SEPARAR lo que estaba entremezclado, lo que se
encontraba confundido, no definido.
Necesitamos comenzar este
año de una manera diferente, definiendo claramente nuestras metas, separando la
luz de la oscuridad, llamando a lo malo malo, y a lo bueno bueno. Es necesario
que hagamos un análisis de todo cuando tenemos a nuestro alrededor y separar
las aguas de la tierra seca, principalmente su casa. La biblia dice que una
persona que no puede establecer su propia casa mucho menos podrá hacerlo con la
casa de Dios.
¿Qué está desordenado en mi
vida? ¿Qué debo separar en este tiempo? ¿A qué cosas necesito colocar límites?
Hasta que no hubo orden el
hombre no fue colocado en el lugar donde viviría y se enseñorearía, y es
interesante recordar que Jesús nos dio autoridad sobre la tierra, para que
fuésemos los representantes del Reino de Dios. Asi que, se supone que debemos
hacer lo que el Creador hizo para disfrutar del huerto: SEPARAR, ORDENAR,
ORGANIZAR, DEFINIR, DIFERENCIAR.
Tomemos un tiempo a solas
con Dios, y meditemos en qué está confundido, en cuáles son las prioridades
para este año 2013. Tal vez hemos dejado a la familia a un lado por avocarnos
al trabajo, quizás le dimos prioridad a otras relaciones dejando de lado
nuestra comunión personal con Dios. Es importante reconocer los errores, pero
más importante aún será corregirlos en este nuevo año 2013.
HOY ES UN TIEMPO PARA SEPARAR!
By Itala D´Ambrosio S.
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