“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. (Mat 16:21-23)
En la primera parte estuvimos hablando de lo que pasa cuando nos dejamos engañar y usar por el enemigo y lo que nos recomienda la Palabra de Dios para no ser piedra de tropiezo a nosotros mismos y a quienes nos rodean. En esta segunda parte me gustaría indagar más acerca de nuestro enemigo como parte de la estrategia para derrotarlo, dejando claro que quien merece principal atención es nuestro único y adorado Dios.
1) ¿Quién es satanás?
Creo importante comenzar con la Palabra de Dios que dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Col 1:16).
Dios creó absolutamente todo perfecto, pero lamentablemente ese estado de perfección inicial algunas veces no permanece, y así como sucedió con Adán y Eva vemos que, tiempo antes, sucedió con satanás.
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:15).
En ese mismo capítulo del libro de Ezequiel (v.13-17) vemos que originalmente satanás era un ángel poseedor de una hermosura y sabiduría que solo Dios era y es capaz de crear, esto lo ensoberbeció de tal manera que llegó a querer ser como Dios, por lo cual fue echado de los cielos junto con aquellos ángeles que estaban con él. Y si hay algo de lo cual podemos estar seguros es que aprendió muy bien esa lección, ya que este fue el mismo pretexto con el que luego engañó a Eva.
Satanás significa “adversario” u “oponente” Jn 13:27. También se le asignan otros nombres en la Biblia, como lo son: abadón, apolión (destrucción): Apo 9:11; acusador: Apo 12:10; adversario: 1Pe 5:8; ángel de luz: 2Cor 11:4; belcebú: Mat 12:24; Luc 11:15; belial: 2Cor 6:15; engañador: Apo 12:9; 20:3; diablo: (calumniador): 1Pe 5:8; dragón: Apo 12:3; enemigo: Mat13:39; maligno: 1Jn 5:19; dios de este mundo: 2Cor 4:4; mentiroso, padre de mentiras: Jn 8:44; príncipe de los demonios: Mat 12:24; príncipe de este mundo: Jn 12:31; serpiente: Gen 3; tentador: Mat 4:3; león rugiente: 1 Pe 5:8; gobernante de las tinieblas: Efe 6:12; espíritu que obra en los hijos de la desobediencia: Efe 2:2.
Algunas características de satanás y sus demonios:
1- Los demonios no son omnipresentes. Solo pueden estar en un lugar a la vez a diferencia de Dios que está en todas partes al mismo tiempo. (Mt 8:28-34).
2- Los demonios no son omniscientes. Poseen una inteligencia muy aguda (Mc 1:24; Hec 19:15-16); pero jamás podrán compararse con la omnisciencia de Dios.
3- Los demonios no son omnipotentes, su poder ha sido limitado por Dios (Mc 9:22-27). Nunca superará la omnipotencia del Señor (Jn 10:21).
2) Su estrategia:
Definitivamente lo que el padre de las mentiras busca es apartarnos de la voluntad de Dios y someternos a la suya, ya que lo que él desea es tomar su lugar y ser él el motivo de nuestra adoración. Para lograr esto no lo hace vestido de rojo y con un tridente en la mano, todo lo contrario, siempre tratará de tergiversar la realidad invadiendo nuestros pensamientos de una manera casi irresistible, mostrándonos lo malo como bueno, lo injusto como justo y lo indecente como honroso, básicamente, nos incita a ir en contra de los preceptos de Dios, a desobedecerle, despojándonos así de su bendición y protección.
Su ataque va dirigido a aquellos que representan un peligro en sus planes, aquellos que ejercen influencia sobre otros, no solo dentro de la iglesia sino fuera de ella. Su atención se concentra en aquellos líderes (actuales ó futuros) a todos los niveles de nuestra sociedad. ¿Por qué esto? simplemente porque hasta satanás tiene el conocimiento que si tienes de tu lado al líder también tendrás a quienes lo siguen. El pecado del rey David trajo juicio sobre toda la nación bajo su cargo (2Sam 24). Asimismo, conoce muy bien la Palabra en Zac 13:7b que dice "hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas”, y de seguro también le ha dado una ojeada a los libros de liderazgo de John Maxwell referente a que si conquistas a un seguidor añadirás uno, pero si conquistas a un líder te multiplicarás.
En el libro “Desenmascarando al Espíritu de Jezabel”, John Paul Jackson da claros ejemplos de cómo el adversario se introduce en la casa de Dios para desintegrar el liderazgo y de esa forma dispersar a sus miembros.
3) Cómo desarmar a nuestro adversario:
3.1.- Declara el poder de la sangre de Cristo: esta es nuestra principal y más poderosa arma junto con la Palabra de Dios que nos confirma su victoria sobre el enemigo, aunado a la confesión y el testimonio.
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (Apo12:11)
3.2.- Confiesa tus faltas: a fin de que el acusador no se adelante a avergonzarnos públicamente.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1Jn 1:9 / Mt 5:25)
3.3.- Escudriña la Palabra de Dios: lamentablemente el enemigo la conoce mejor que muchos de nosotros, por eso sabe como atacarnos, pero huye de aquellos que la conocen y la aplican.
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”. (Mt 3:10-11)
3.4.- Anhela la presencia del Espíritu Santo: Él nos da discernimiento y nos guía en todo.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” Jn 14:26
3.5.- Ora y permanece alerta en todo tiempo: descuidos abren puertas difíciles de cerrar.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. (Mt 26:41)
3.6.- Nuestro corazón, fuente de vida: cuida celosamente que los deseos de tu corazón vayan paralelos a los deseos de nuestro Padre celestial.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Prov 4:23)
3.7.- Renueva tus pensamientos: no des cabida al enemigo a través de tu mente.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” Fil 4:8
Dios está buscando gente que crea en Él, que esté dispuesta a dejarse moldear y desee formar parte de su familia, gente valiente y esforzada que no retroceda durante la primera batalla sino que permanezca hasta ganar la guerra, y para aquellos fieles Él les da está promesa:
“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo” Apo 21:7
Dios te bendiga!
By Itala D´Ambrosio
www.dambrosioitala.blogspot.com
En la primera parte estuvimos hablando de lo que pasa cuando nos dejamos engañar y usar por el enemigo y lo que nos recomienda la Palabra de Dios para no ser piedra de tropiezo a nosotros mismos y a quienes nos rodean. En esta segunda parte me gustaría indagar más acerca de nuestro enemigo como parte de la estrategia para derrotarlo, dejando claro que quien merece principal atención es nuestro único y adorado Dios.
1) ¿Quién es satanás?
Creo importante comenzar con la Palabra de Dios que dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Col 1:16).
Dios creó absolutamente todo perfecto, pero lamentablemente ese estado de perfección inicial algunas veces no permanece, y así como sucedió con Adán y Eva vemos que, tiempo antes, sucedió con satanás.
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:15).
En ese mismo capítulo del libro de Ezequiel (v.13-17) vemos que originalmente satanás era un ángel poseedor de una hermosura y sabiduría que solo Dios era y es capaz de crear, esto lo ensoberbeció de tal manera que llegó a querer ser como Dios, por lo cual fue echado de los cielos junto con aquellos ángeles que estaban con él. Y si hay algo de lo cual podemos estar seguros es que aprendió muy bien esa lección, ya que este fue el mismo pretexto con el que luego engañó a Eva.
Satanás significa “adversario” u “oponente” Jn 13:27. También se le asignan otros nombres en la Biblia, como lo son: abadón, apolión (destrucción): Apo 9:11; acusador: Apo 12:10; adversario: 1Pe 5:8; ángel de luz: 2Cor 11:4; belcebú: Mat 12:24; Luc 11:15; belial: 2Cor 6:15; engañador: Apo 12:9; 20:3; diablo: (calumniador): 1Pe 5:8; dragón: Apo 12:3; enemigo: Mat13:39; maligno: 1Jn 5:19; dios de este mundo: 2Cor 4:4; mentiroso, padre de mentiras: Jn 8:44; príncipe de los demonios: Mat 12:24; príncipe de este mundo: Jn 12:31; serpiente: Gen 3; tentador: Mat 4:3; león rugiente: 1 Pe 5:8; gobernante de las tinieblas: Efe 6:12; espíritu que obra en los hijos de la desobediencia: Efe 2:2.
Algunas características de satanás y sus demonios:
1- Los demonios no son omnipresentes. Solo pueden estar en un lugar a la vez a diferencia de Dios que está en todas partes al mismo tiempo. (Mt 8:28-34).
2- Los demonios no son omniscientes. Poseen una inteligencia muy aguda (Mc 1:24; Hec 19:15-16); pero jamás podrán compararse con la omnisciencia de Dios.
3- Los demonios no son omnipotentes, su poder ha sido limitado por Dios (Mc 9:22-27). Nunca superará la omnipotencia del Señor (Jn 10:21).
2) Su estrategia:
Definitivamente lo que el padre de las mentiras busca es apartarnos de la voluntad de Dios y someternos a la suya, ya que lo que él desea es tomar su lugar y ser él el motivo de nuestra adoración. Para lograr esto no lo hace vestido de rojo y con un tridente en la mano, todo lo contrario, siempre tratará de tergiversar la realidad invadiendo nuestros pensamientos de una manera casi irresistible, mostrándonos lo malo como bueno, lo injusto como justo y lo indecente como honroso, básicamente, nos incita a ir en contra de los preceptos de Dios, a desobedecerle, despojándonos así de su bendición y protección.
Su ataque va dirigido a aquellos que representan un peligro en sus planes, aquellos que ejercen influencia sobre otros, no solo dentro de la iglesia sino fuera de ella. Su atención se concentra en aquellos líderes (actuales ó futuros) a todos los niveles de nuestra sociedad. ¿Por qué esto? simplemente porque hasta satanás tiene el conocimiento que si tienes de tu lado al líder también tendrás a quienes lo siguen. El pecado del rey David trajo juicio sobre toda la nación bajo su cargo (2Sam 24). Asimismo, conoce muy bien la Palabra en Zac 13:7b que dice "hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas”, y de seguro también le ha dado una ojeada a los libros de liderazgo de John Maxwell referente a que si conquistas a un seguidor añadirás uno, pero si conquistas a un líder te multiplicarás.
En el libro “Desenmascarando al Espíritu de Jezabel”, John Paul Jackson da claros ejemplos de cómo el adversario se introduce en la casa de Dios para desintegrar el liderazgo y de esa forma dispersar a sus miembros.
3) Cómo desarmar a nuestro adversario:
3.1.- Declara el poder de la sangre de Cristo: esta es nuestra principal y más poderosa arma junto con la Palabra de Dios que nos confirma su victoria sobre el enemigo, aunado a la confesión y el testimonio.
“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (Apo12:11)
3.2.- Confiesa tus faltas: a fin de que el acusador no se adelante a avergonzarnos públicamente.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1Jn 1:9 / Mt 5:25)
3.3.- Escudriña la Palabra de Dios: lamentablemente el enemigo la conoce mejor que muchos de nosotros, por eso sabe como atacarnos, pero huye de aquellos que la conocen y la aplican.
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”. (Mt 3:10-11)
3.4.- Anhela la presencia del Espíritu Santo: Él nos da discernimiento y nos guía en todo.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” Jn 14:26
3.5.- Ora y permanece alerta en todo tiempo: descuidos abren puertas difíciles de cerrar.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. (Mt 26:41)
3.6.- Nuestro corazón, fuente de vida: cuida celosamente que los deseos de tu corazón vayan paralelos a los deseos de nuestro Padre celestial.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Prov 4:23)
3.7.- Renueva tus pensamientos: no des cabida al enemigo a través de tu mente.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” Fil 4:8
Dios está buscando gente que crea en Él, que esté dispuesta a dejarse moldear y desee formar parte de su familia, gente valiente y esforzada que no retroceda durante la primera batalla sino que permanezca hasta ganar la guerra, y para aquellos fieles Él les da está promesa:
“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo” Apo 21:7
Dios te bendiga!
By Itala D´Ambrosio
www.dambrosioitala.blogspot.com
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