Monday, June 29, 2015

HAZ QUE SOPLEN HOY A TU FAVOR (Ezequiel 37)

HAZ QUE SOPLEN HOY A TU FAVOR (Ezequiel 37)

 
Hace mucho tiempo, un profeta llamado Ezequiel fue llevado por Dios a un valle lleno de huesos secos, y Dios le preguntó: ¿Crees que estos huesos vivirán otra vez?, y el profeta contestó: Tú eres soberano, Señor, solo tú lo sabes.
 
Y por la fe de Ezequiel, Dios le dio el poder sobre los vientos, y pudo ordenarles que soplaran vida sobre esos huesos secos. Y esos huesos se convirtieron en personas y esas personas formaron un gran ejército, restauraron sus vidas, su fe, su esperanza.
 
Esa misma restauración Dios la hará en Venezuela, pero necesita Ezequieles dispuestos a aceptar el reto, hombres y mujeres que crean en el poder de Dios, y le ordenen a los vientos que soplen vida sobre esta nación.
 
Te invito a que tomes el poder que Dios te da hoy, y le ordenes a los cuatro vientos que soplen sobre Venezuela, el Señor te está llamando a ti a hacerlo.
 
VIENTOS DEL NORTE:
 
“Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”Mt 8.26-27
 
Hoy le ordenamos a los vientos del Norte, en el nombre de Jesús, y con la autoridad que nos ha sido dada por nuestro Padre Celestial, que soplen:
 
Rendición delante de Dios, que toma rodilla se doble en su presencia y que toda lengua confiese a Jesúscomo su salvador.
Que este viento traiga temor reverencial a DiosConvicción de pecadoArrepentimiento genuino.
Una alabanza que sobrepase todas las expectativas. Que no haya rincón en donde no se mencione y adore Su nombre.
 
Le ordenamos a los vientos del Norte, que como viento recio, se lleve con el toda incredulidad, idolatría, apatía, desaliento. Que todo velo espiritual caiga, que toda atadura se rompa, que todo hechizo se desintegre delante del poder de la sangre de Jesús con la cual queda sellada esta nación. El ADN es reemplazado por el de Jesús. La oscuridad en la que estás será quitada por el Señor, quien te hará brillar con luz eterna.
 
Diluvio Gn 8.1  (NTV)  La inundación se retira
Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en la barca. Envió un viento que soplara sobre la tierra, y las aguas del diluvio comenzaron a retirarse”.
 
QUE AL SOPLAR DEL VIENTO DE DIOS SOBRE ESTA TIERRA, TODA OSCURIDAD Y MUERTE ESPIRITUAL SE RETIRE, Y SE RESTAURE LA VIDA EN CRISTO.
 
VIENTOS DEL SUR:
 
Hoy le ordenamos a los vientos del Sur, en el nombre de Jesús, soplen:
 
Coraje, valentía de soldado, que traiga con el la armadura de Dios para cada uno de los que han sido restaurados y recobrado aliento de vida. En los habitantes de esta tierra no habrá espacio para la incapacidad, debilidad ni la enfermedad. La apatía y el temor será arrastrada muy lejos al soplar de este viento.
 
Que no quede una sola persona (niño, anciano, joven, adulto), sin tener consigo la armadura de Dios:
 
Que cada habitante de esta nación lleve bien puesto el cinturón de la verdad. Porque Satanás es el padre de las mentiras, ninguno dirá otra cosa que no sea la verdad. Cada dicho de nuestra boca honrará al Señor.
 
Que uno lleve puesto la coraza de justicia, quedando protegido nuestro corazón, emociones y sentimientos, y actuaremos de acuerdo a la justicia divida, porque Dios es juez JUSTO.
 
Que podamos calzarnos con la disposición de proclamar el evangelio de la paz, el cual nos entregó Jesús para que ninguna persona se pierda, sino que tenga vida eterna.
 
Que todos portemos el escudo de la fe, que nadie se canse de mantenerlo en alto porque allí se apagará todo ataque del enemigo, que nuestra fe de testimonio de la debilidad de nuestro adversario.
 
Que con el yelmo de salvación todos los pensamientos humanos sean alineados al pensamiento de Dios. Actuando y trabajando paralelos a sus pensamientos y no a los nuestros.
 
Que no quede nadie sin portar la espada del Espíritu, que la Palabra de Dios se expanda aún a los lugares más remotos de la nación.
 

La armadura de Dios - Efesios 6:10-18 (NVI)

10 Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. 11 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.12 Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. 13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. 14 Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. 17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos.
 
QUE AL SOPLAR DEL VIENTO DE DIOS SOBRE ESTA TIERRA, TODA ALMA RECUPERADA DE LAS TINIEBLAS SEA FORTALECIDA Y ARMADA PARA LA GUERRA ESPIRITUAL QUE DEBERÁ ENFRENTAR, Y QUE EN EL NOMBRE DE CRISTO JESÚS SEAN MÁS QUE VENCEDORES.
 
“Y ellos han vencido por medio de la Sangre del Cordero…” Apo 12:11a
 
 “Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos” Apo 21:7
 
 
 
VIENTOS DEL ORIENTE:
 
Langostas llevadas y traídas por      Éx 10.13,17 (NTV)
13 Moisés extendió su vara sobre Egipto, y el Señor hizo que un viento del oriente soplara sobre el territorio todo ese día y también durante toda la noche. A la mañana siguiente, el viento del oriente había traído las langostas. 14 Estas invadieron toda la tierra de Egipto en densos enjambres, y se asentaron desde un extremo del territorio hasta el otro. Fue la peor plaga de langostas en la historia de Egipto, y jamás hubo otra igual; 15 pues las langostas cubrieron todo el reino y oscurecieron la tierra. Devoraron todas las plantas del campo y todos los frutos de los árboles que sobrevivieron al granizo. No quedó ni una sola hoja en los árboles ni en las plantas en toda la tierra de Egipto.
16 Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón de inmediato. «He pecado contra el Señor su Dios y contra ustedes —les confesó—. 17 Perdonen mi pecado una vez más, y rueguen al Señor su Dios para que aleje de mí esta muerte».
 
Que el viento de oriente sople sobre esta nación, y así como las langostas devoraron la tierra de Egipto, también sea devorada toda brujería, idolatría, corrupción, mentira, inmoralidad sexual, rebeldía, que no quede fruto ni semilla de ellos que pueda volver a reproducirse jamás sobre esta nación.
 
 
Mar Rojo dividido por      Éx 14.21
21 Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el Señor abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento orientalEl viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca.
 
Que el mismo viento del oriente que transformó el mar en tierra seca, venga ahora y transforme la injusticia humana en justicia divina, la corrupción en integridad, el egoísmo en sentido común, la indolencia en compasión, la desigualdad en unidad, el odio en amor.
 
VIENTOS DEL OCCIDENTE:
 
Langostas quitadas llevadas y traídas por      Éx 10.18,19 (NTV)
18 Moisés salió del palacio del faraón y rogó al Señor. 19 El Señor le respondió y cambió la dirección del viento, y el viento fuerte del occidente se llevó las langostas y las echó en el mar Rojo. No quedó ni una sola langosta en toda la tierra de Egipto.
 
Que el viento de occidente traiga un renacer, que sople paz, unidad, prosperidad y gozo sobre todos los hogares. Que se levanten los que saldrán a profetizar salvación a otras naciones como fue profetizado para Venezuela. Y al final dirán de Venezuela como se dijo de Job: el Señor bendijo a Venezuela aún más que al principio.
 
Declaramos LA NUEVA VENEZUELA, la nueva tierra amada del Señor, como dice Apocalipsis 21:3-5 de la nueva Jerusalén : “
Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos.[a] Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas!». Entonces me dijo: «Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza».
 
Tienes la autoridad de parte de Dios para llamar a las cosas que no son como si fuera, no te rindas, la tribulación está a punto de terminar, únete al ejército de profetas que están tomando el control en el nombre de Jesús, anímate porque las promesas de Dios son verdaderas y dignas de confianza.
 
Itala D´Ambrosio S. 
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