Friday, October 15, 2010

DIME EN QUÉ PIENSAS Y TE DIRÉ A DÓNDE VAS


Pues si hubiesen estado pensando en aquella patria de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”. (Heb 11:15-16)

¿Cuántas veces no hemos dicho “mas vale malo conocido que bueno por conocer”?, personalmente acostumbraba a decirlo y repetirlo para convencerme de quedarme exactamente en el lugar ó situación en donde me encontraba y, a pesar de sentir que las cosas no marchaban del todo bien, simplemente resultaba más sencillo creer que era mejor asegurar lo “regular” que poseía que ir tras una “excelencia” que no podía ver por anticipado.

El libro de Hebreos, en el capítulo 11, menciona a aquellos hombres de fe que decidieron colocar su confianza en Dios, incluso cuando las circunstancias sugerían hacer lo contrario. Estos hombres dejaron atrás no solo lo que alguna vez fue su vida, sino todo pensamiento que se los recordara, y con esto anularon toda posibilidad de regresar.

“Recordar es vivir”, es otro dicho que tiene mucho significado en el ámbito espiritual. Cuando añoramos aquello que dejamos atrás inconcientemente podríamos estar abriendo la puerta de retorno a esa situación, se crea una especie de sensibilidad que poco a poco va haciendo su propio espacio en nuestra mente, y si no velamos en ello la puerta terminará abriéndose por completo y, sin darnos cuenta, estaremos empacando y tomando el primer tren de regreso al pasado del cual Dios nos sacó con tanto amor y misericordia.

El diccionario de la Real Academia Española dice que “pensar” es sinónimo de: añorar, razonar, imaginar, rumiar, meditar, estudiar, reflexionar, recapacitar, considerar, juzgar y calcular.

Veamos algunos motivos por los cuales los seres humanos tendemos a pensar en el pasado y dejarnos influenciar negativamente por el:

1.- Por curiosidad: los ángeles que Dios envió a destruir Sodoma y Gomorra le dijeron a Lot y a su familia: «Escapa, por tu vida. No mires atrás, ni te detengas en toda la llanura; escapa al monte, no sea que perezcas....» «Pero su mujer miró atrás, a espaldas de él, y se convirtió en estatua de sal» (Gen. 19, 17.26).

¿En qué habría estado pensando la señora de Lot que fue tan importante como para desobedecer a los ángeles que acaban de salvarlos? Tal vez pensó: “una miradita no le hace daño a nadie”, quizás se dijo a sí misma: “déjame ver como quedan esos abusadores, bien merecido que se lo tienen”, ó simplemente: “Ay! voy a darle un vistazo por última vez a mi casita, tan linda que me había quedado esa cocina italiana recién instalada!”.

Lo cierto es que la curiosidad no solo mató al gato, el deseo de ver lo que le fue vetado resultó ser mayor que la obediencia a aquellos que salvaron su vida y representaban al mismo Dios. La falta de obediencia siempre ameritará disciplina. “El Señor a quien ama, disciplina” (Heb12:6ª)

Con esto no quiero decir que es malo ser curioso, yo me considero una persona sumamente atraída por los temas que no conozco, cuando se habla de algo que está pasando en el mundo de lo cual no tengo conocimiento, aprovecho cualquier oportunidad para investigar sobre el asunto (generalmente en Internet). De hecho, si no fuese por el deseo de saber no estaría acá hoy escudriñando la Palabra de Dios acerca de estos versículos que capturaron mi atención.

Sin embargo, nuestro deseo de conocimiento debe sujetarse a los lineamientos establecidos por el Señor, el conocimiento alimenta nuestros pensamientos, por lo cual también debe llevarse cautivo a la obediencia a Cristo.

Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2Cor 10:5

2.- Por rebeldía: en algunos casos, lo que comienza por una comparación inofensiva, termina en muchas quejas y murmuración. Encontramos un ejemplo de esto en el pueblo que Dios sacó de Egipto a través de su siervo Moisés. Es impresionante la facilidad con la que los seres humanos olvidamos las bondades de nuestro Padre Celestial y la agilidad con la que nos rebelamos cuando algo no cumple con nuestros niveles de exigencia, incluso cuando no estamos aportando absolutamente nada. Y es allí cuando surgen pensamientos de rebeldía que posteriormente se exteriorizan a través de la murmuración y queja.

Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto” Exo 16:2

“Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”. Num 11:1-6

“Quejar” significa manifestar disconformidad con algo o alguien, y “murmurar” es conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones. Generalmente pretendemos disfrazar la queja diciendo que es una “crítica constructiva” y murmuramos con la excusa de que estamos manifestando nuestra “opinión personal”. Debemos tener sumo cuidado ya que esta actitud desagrada en gran manera a Dios (Num11).

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder.” Sal 106:7-8 / Neh 9:15-17

Vemos claramente que este pueblo recordaba las pocas ventajas que tenían en Egipto, pensaban en ellas constantemente y esto les hacía añorar y desear volver atrás. Lo que no puedo dejar de preguntarme es: ¿También añoraban todos esos años de esclavitud, humillación, trabajos forzados, castigos, muertes en cautiverio, torturas e injusticias?

Una de las estrategias del enemigo es sembrar de una manera muy sutil en nuestras mentes: duda, temor, frustración e incredulidad, y esto, como mencioné anteriormente, lo vemos manifestado a través de la queja y la murmuración.

Hace algunas semanas yo misma caí en esa trampa y no paraba de quejarme, murmuraba y me quejaba mental y verbalmente, hasta que el Señor mostró mi error de dos formas:

1) A través de un familiar que un día me enfrentó diciéndome: “Cuando vas a parar de quejarte, no hay algo que salga de tu boca que sea positivo, nada te agrada”. Les aseguro que eso dolió.

2) A través de mi tiempo devocional: mientras oraba, por supuesto quejándome por algo, el Señor me dijo “Para de quejarte y ORA. ¿Quieres que las cosas cambien a tu alrededor? ORA. ¿Crees que algo anda mal? ORA. ¿Tienes problemas con alguien? NO TE QUEJES Y ORA”. Eso dolió aún más.

Con estos dos llamados de atención entendí que al mantener pensamientos de esa naturaleza estaba desagradando a Dios y retrocediendo hacia mi antigua patria, a través de mi mente abrí una puerta a ese carácter disconforme del que Él me libró.

Moisés incitaba al pueblo de Israel a recordar lo bueno que Dios había hecho por ellos, que distinta sería esta historia si ellos hubiesen optado por pensar en las maravillas que Dios hizo por amor a ellos, en la libertad que les dio y no en las vanidades que dejaron en Egipto.

Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.” Ex 13:3

3.- Por incredulidad: existe cierto grupo de personas que, a pesar de recibir la Palabra de Dios, continúan albergando duda y temor en sus mentes, estos pensamientos van ocupando cada vez más espacio hasta el punto de hacerlos retroceder en su fe y fidelidad hacia el Señor. Cuando no creemos en alguien difícilmente pensaremos que esa persona hará algo bueno y extraordinario por nosotros, y esto influirá directamente en nuestra relación con ella.

Piense en alguna persona en la cual usted confía plenamente, tal vez algún miembro de su familia ó su mejor amigo. Por esa persona usted haría cualquier cosa, incluso dar su vida si fuese necesario, lo que diga es ley, porque usted ha depositado su confianza en él/ella.

Ahora piense en alguien en quien usted no confía del todo, usted conversa, le escucha, comparten algún tiempo juntos, pero difícilmente le seguirá en asuntos de gran importancia ó que ameriten algún compromiso trascendental.

Judas Iscariote y Tomás fueron discípulos de Jesús, convivieron con él, vieron milagros y prodigios, mas sin embargo mostraron duda en un momento determinado.

Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” Jn 20:29

Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” Heb 3:12

4.- Por vicios: otra de las cosas que corrompen nuestra mente y nos llevan a actuar de manera contraria a lo que la Palabra nos enseña son las adicciones: alcohol, drogas, juegos de azar, pornografía, entre otras. Estos vicios solo acarrean destrucción y tristeza para la vida de quienes los consienten.

Recientemente la prensa mundial reseñó lo acontecido con Luke Angel, un joven inglés de 17 años que escribió un email ofensivo a Barack Obama, esto generó la visita de agentes de la Policía inglesa a los cuales confesó haberlo hecho en estado de embriaguez, por lo cual no recordaba ninguna de las amenazas escritas al Presidente de los Estados Unidos.

No sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos”. Prov 31:5 / Isa 28:7

Es necesario que todo aquel que se hace llamar hijo de Dios piense como su padre celestial y discierna todas las cosas a través de Su Espíritu:

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” 1Cor 2:14-16

5.- Por impaciencia:

Cuando caminamos con Dios inevitablemente vendrán pruebas, en algunas de ellas el Señor nos revelará la solución por anticipado y solo nos pedirá esperar. Prácticamente implica dos pruebas en una: por un lado creer en su promesa y por el otro esperar el tiempo correcto para recibirla.

En Génesis 16 vemos a Sarai, esposa de Abram, quien seguramente después de mucho pensar (más en los “contras” que en los “pros”) insiste a su esposo que tenga un hijo con su sierva aún cuando ya había recibido la promesa de un hijo propio. Y si bien es cierto que el Señor tuvo misericordia de ella e igual cumplió su palabra, también podría decir que si Sarai hubiese tenido paciencia la historia para ella hubiese sido otra aún mejor.

Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai”. Gen 16:1-2

También tenemos una historia protagonizada por el rey Saúl, en donde el rey no espera al profeta Samuel para presentar la ofrenda como éste le había dicho, y por esto, que fue contado como desobediencia, fue apartado de él el favor de Dios.

Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado…Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó”. (1Sam 13:1-14)

Ese príncipe no era otro que David, quien habló muchas veces de esperar en el Señor y mostraba gran interés en cumplir Su voluntad apenas le era revelada.

Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. Sal 40:1

Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo”. 1 Sam 17:48

Ojala tuviésemos la misma impaciencia por hacer la voluntad de Dios como la que tenemos por hacer la nuestra.

Siempre vendrán a nuestra mente pensamientos como: “ya ha pasado mucho tiempo, debo hacer algo por mi mismo” ó “Dios se ha olvidado de mi situación, está ocupado”. Te invito hoy a que sustituyas esos pensamientos con versículos como este:

Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”. Isa 25:9

Paciencia significa esperar con fidelidad, así pues confiemos en que Dios no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse, lo que Él promete lo cumplirá a su tiempo.

Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa” Heb 10:36

El hijo prodigo pensó que tendría una vida mejor si tomaba las riendas de su vida lejos del consejo y protección de su padre, y luego de un período de mucho sufrimiento vino a su mente la abundancia de pan y generosidad que tenía en la casa de su padre. Jesús nos ha dicho que a través de Él tendremos pan de viva eterna, a su lado jamás habrá hambre ni sed.

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Lc 15

Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza”. Prov 21:5

Cosas en las que un hijo de Dios debe pensar y recordar:

1.- En sus mandamientos y decretos:

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. Sal 1:-3

2.- En la recompensa del que le sigue:

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Fil 3:13-14

3.- En su misericordia y perdón:

“De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades”. Isa 63:7

4.- En sus milagros:

Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente. Haced memoria de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios, y de los juicios de su boca”. 1Cro 16:11-12

5.- En su justicia:

“Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola”. Sal 71:16

6.- En el Creador y su creación:

“Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos”. Sal 143:5

7.- En el prójimo:

“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”. 1 Tes 1:2-3

“Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Heb 13:16

8.- En la Palabra de Dios:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Heb 4:12

9.- En dar gracias:

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Fil 4:6-7

10.- En permanecer unidos al cuerpo de Cristo:

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” Heb 10:24-25

11.- En renovarnos día a día:

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Efe 4:22-24

12.- En lo que proviene de Dios:

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Fil 4:8

Finalmente, recordemos los pensamientos que Dios tiene para con nosotros:

1.- Pensamientos de salvación:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Jn 3:16-17

2.- Pensamientos de paz:

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jer 29:11

3.- Pensamientos de perdón:

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”. Isa 43:25

4.- Pensamientos con propósito:

“Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria”.Isa 49:1

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. Jer 1:5

5.- Pensamientos de renovación:

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad…Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”. Isa 43:18-21 / 65:17


Definitivamente, Dios tiene algo muchísimo mejor para cada uno de nosotros, pero antes debemos decidir si queremos volver a lo que físicamente teníamos, a aquello “regular” que podíamos ver y tocar, ó queremos comenzar a caminar en fe creyendo en la “excelencia” de lo que espiritualmente nuestro Padre ya ha preparado para aquellos que confían en Él.


Dios te bendiga!

Itala D´Ambrosio Silva

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