(Parte 1/3)
“Sin fe es imposible
agradar a Dios”
Hebreos 11:6ª
Imagina por un momento a Dios diciéndote: “Sin fe
no me vas a agradar”
Partiendo de allí, me pregunté lo siguiente: ¿Cómo
puedo saber si estoy agradando a Dios? Del 1 al 10 ¿En qué nivel está mi fe? Y
ese nivel de fe que tengo… ¿Agrada a Dios? ¿Varía de acuerdo a las situaciones que
enfrento día a día?
La Biblia define exactamente lo que es la fe, es
tener certeza de lo que tus ojos físicos no ven. Pero en la práctica… ¿cómo
saber si realmente vivo por fe? ¿cómo saber si estoy agrandando a Dios lo
suficiente como para lograr mover Su mano sobre mi vida y la de otros?
Hay tres aspectos importantes sobre la fe que
quisiera compartir:
1.- La fe que cree: ¿Qué cree tu fe?
La 2da parte del versículo dice:
“Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que Él
existe y que Él recompensa a los que lo buscan con sinceridad” Hebreos 11:6b
1.1.-
La verdadera fe no se basa en creer
que Dios cumplirá mi visión:
¿Cuántas veces no hemos ido a la presencia de Dios
reclamando bendiciones no recibidas? ¿Acaso Dios está aquí para cumplir todos mis
sueños, peticiones y planes? ¿Desde cuándo dejó de ser el alfarero que me dio
vida para convertirse en mi cajero automático o en el genio de mi lámpara
personal?
La verdadera fe se basa en creer que Dios está aquí
para cumplir Su visión en mí. Lo que mi fe debe creer, ciegamente, es que Su
propósito conmigo es más grande de lo que yo pienso o sueño.
Isaías 55:8
NTV “«Mis pensamientos no se parecen
en nada a sus pensamientos—dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima
de lo que pudieran imaginarse.
Juan 15:7 NTV “Si ustedes permanecen en mí y mis
palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será
concedido!”
Salmos 143:8
NTV “Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable, porque en ti
confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego”
En vez de decirle a Dios “Bendíceme mientras voy por
este camino que yo elegí” mi fe debería decirle lo mismo que le dijo el
salmista “… en ti confío. Muéstrame por
dónde debo andar, porque a ti me entrego”
Mi fe, la que proviene de Dios, cree fielmente que
el camino que el Señor me señala es el correcto para mí. Algunas veces me
enviará a escalar el Everest, y otras, me hará cruzar verdes prados, en
cualquiera de los casos, mi fe tiene la obligación de responder al Señor:
“… en ti
confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego”
2.1.-
La verdadera fe no se basa en
interpretaciones postmodernas:
¿Sabías que estamos viviendo en la era del
postmodernismo?
Este es un tema sumamente importante y delicado a
la vez, pongamos atención a cómo vive la sociedad postmoderna, y cómo su
filosofía se ha ido infiltrando en las comunidades cristianas cada vez más.
El postmodernismo surgió aproximadamente entre los años 50 y 60, y representa un cambio cultural y filosófico en la sociedad, en donde se rechaza la “verdad absoluta”, y se sustituye por una “verdad relativa”, la cual está basada en la experiencia que vive cada persona y su propia interpretación de esa vivencia.
Entonces, si no existe una verdad absoluta, ¿en
dónde queda la Palabra de Dios?
Les comparto tres características de esta era postmoderna
en la que nos tocó vivir:
1) Hedonismo:
Es una corriente filosófica que se practica en el
postmodernismo, y que anima a cada persona a buscar aquello que le produzca
placer, y esa sería la principal meta en la vida.
Esto me hizo entender por qué, en este tiempo,
vemos tanta gente en búsqueda de la felicidad a cualquier precio, todo aquello
que le dé una aparente paz o alegría lo toma, sin importar si está bien o mal,
si es correcto o no.
¿Se ha colado esto dentro de la comunidad
cristiana? Lamentablemente sí.
Vemos personas que se han alejado de Dios porque no
los complace dándoles lo que ellos creen que los hará felices.
Algunos se mueven de un lugar a otro, hacen
negocios, establecen relaciones, por el simple hecho de sentirse complacidos
consigo mismos. Y cuando les preguntas ¿crees que Dios desea eso para ti? Ellos
responden: “bueno… yo me siento bien” lo cual no responde la pregunta.
Un seguidor de Cristo entiende que en este mundo
tendremos aflicciones, esto no quiere decir que debemos resignarnos a sufrir
toda la vida, quiere decir que como cristianos tendremos retos que afrontar, y
la única manera de hacerlo correctamente es buscando Su voluntad y no la
nuestra. Jesús en el Getsemaní es nuestro mayor ejemplo.
Mateo 26:39
NTV
“Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en
tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de
sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía»”
Filipenses
4:12-13
“Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He
aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno
o vacío, con mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,
quien me da las fuerzas”
2) Consumismo:
El postmodernismo también se caracteriza por el
enfoque en “gastos no esenciales”, que se traduce en una economía totalmente improductiva,
ineficaz.
Como cristianos hemos sido llamados a ser buenos
administradores. Nuestro pastor siempre habla de la importancia de hacer un
presupuesto de gastos, de llevar un control de ingresos y egresos, en donde se
definen y priorizan los
“gastos esenciales”. Quiero aprovechar la oportunidad para recordarte que tu
“crecimiento espiritual” es un gasto esencial, más importante que vacaciones,
ropa o calzado.
Toma un tiempo para leer la Parábola de los
Talentos (Mt 25:14-30), allí hay un mensaje muy claro: al que administre mal
los recursos que Dios le da, incluso eso poco se lo quitará. ¡Créelo!
Mateo 25:29
“A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en
abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen”
Las emociones
se imponen a la razón:
No importa cuán irracional sea lo que defienden.
Ejemplo: aquellos que apoyan a movimientos feministas, pero también marchan
pro-grupos terroristas islámicos (Hamás) que violan todos los derechos de la
mujer.
Estas son solo algunas de las características de la
filosofía y cultura en la que estamos viviendo. Lamentablemente, ha surgido
algo llamado “Cristianismo Postmoderno” con “Iglesias Emergentes”, que, de
cierta manera, se han ido adaptando a este movimiento, dando una interpretación
subjetiva de la Biblia.
Esto quiere decir que no se toma la Palabra de Dios
como la verdad absoluta, sino que, con sutileza, la reinterpretan a
conveniencia, sucumbiendo a las presiones y engaños de una sociedad que a lo
bueno le llama malo, y a lo malo le llama bueno.
Por ejemplo, un famoso pastor en USA, restó
importancia a la Biblia diciendo públicamente que la fe cristiana no se basa en
66 documentos antiguos (Biblia), sino en Jesús. Me impresiona la sutileza y
astucia con la que da este argumento, porque ¿Quién podría negarle que nuestra
fe se basa en Jesús? Ciertamente el Señor es el autor y consumador de nuestra
fe, pero ¿cómo aprendemos de Él si no le damos importancia a SU Palabra? ¿Acaso
tiene esto alguna lógica? Sí, la tiene para aquellos que le restan valor a la
Palabra de Dios, para aquellos que decidieron adaptarla a la sociedad en la que
vivimos para atraer y agradar a un número mayor de personas.
Dicho esto, lo mejor que puedo hacer es responder
con la Palabra:
Romanos 10:17 RV1960 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por
la Palabra de Dios”
Mateo 24:35 RV1960 “El cielo
y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”
La verdadera fe se basa en Su Palabra, la cual es la “verdad
absoluta” para todo seguidor de Cristo, la única que el mismo Señor nos dejó.
La sociedad postmoderna en la que vivimos se siente
ofendida, herida, agredida, con la sola mención de que existe una verdad
absoluta, el cristianismo postmoderno la reinterpreta para que encaje en esta
sociedad y no perder seguidores, pero para los que realmente tenemos una verdadera
fe, la Palabra de Dios es la verdad inalterable que nos hace entender lo que
hay en el corazón de Dios, y también lo que espera de nosotros.
Hechos 17:11
NTV
“Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que
los de Tesalónica y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día
examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad”
La manera más precisa y contundente de que tu fe se
mantenga creyendo en lo que realmente va a agradar a Dios es escudriñando,
meditando, estudiando Su Palabra directamente. Ese es el libro más importante
que debes leer todos los días. Necesitamos mantenernos firmes y perseverar en
ella más que nunca.
Te animo a que examines todo a la luz de la
Palabra, como lo hicieron los Bereanos, y le pidas al Espíritu Santo que te dé
el discernimiento necesario para que nadie te desvíe de su voluntad.
¡Toma un aliento de fe! Y echa fuera todo
pensamiento que te aleje de Su visión para ti. Rechaza toda filosofía o
tendencia que no se apoye en la Palabra de Dios.
“Sin fe es imposible
agradar a Dios”
Hebreos 11:6ª
2.- La fe que actúa: ¿Qué hace tu fe?
Si realmente he creído, actuaré en base a aquello en
lo que he puesto mi confianza. Una de
las señales de una verdadera fe es el "hacer" cosas que sin fe no haría.
La verdadera
fe no me lleva a actuar como si tuviera un “pase de oro”
No es un pase automático que me va a librar de las
pruebas en el camino; no es un argumento que pueda usar delante del trono de
Dios para reclamar bendiciones o exigir el cumplimiento de promesas.
Mira la actitud egocéntrica e irrespetuosa que
asumió el pueblo de Israel al ser exhortado en medio de una crisis espiritual que
atravesaba en ese momento:
Malaquías
3:14-15
“»Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios?
¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos o demostrarle al Señor de los
Ejércitos Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados? 15 De
ahora en adelante llamaremos bendito al arrogante. Pues los que hacen maldad se
enriquecen y los que desafían a Dios a que los castigue no sufren ningún
daño”»”
¿Alguna vez has dicho: “¿de qué me ha valido creer?
¿Para qué me ha servido tener fe?
La verdadera fe no me lleva a actuar de esta manera
egocéntrica en donde lo más importante es que se cumplan mis expectativas.
La Biblia dice que hasta los demonios creen y
tiemblan, si mi fe llega hasta “creer y temer” pero no “actuar” ¿qué diferencia
hay?
En la Biblia también está la respuesta a eso...
Santiago 2:14-19;26
14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir
que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar
a alguien? 15 Supónganse que ven a un hermano o una hermana que no tiene qué
comer ni con qué vestirse 16 y uno de ustedes le dice: «Adiós, que tengas un
buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa.
¿Para qué le sirve?
17 Como pueden ver, la fe por sí sola no es
suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.
18 Ahora bien, alguien podría argumentar: «Algunas
personas tienen fe; otras, buenas acciones». Pero yo les digo: «¿Cómo me
mostrarás tu fe si no haces buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis
buenas acciones».
19 Tú dices tener fe porque crees que hay un solo
Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. 20 ¡Qué
tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?
26 Así como el cuerpo sin aliento está muerto, así
también la fe sin buenas acciones está muerta.
La verdadera
fe me lleva a actuar como Jesús lo hizo en la cruz del Calvario
Me lleva a ocuparme
de las necesidades de otros, incluso en mis momentos más difíciles.
El Señor Jesús, en el peor día de su vida, el más
doloroso, el más humillante, colgado en una cruz como el peor de los
criminales, oró al Padre mientras agonizaba: "perdónalos porque no saben
lo que hacen" y a uno de los que estaban crucificados con él, le dijo:
"Hoy estarás conmigo en el paraíso"
¿Qué nos dice esto? Que Jesús, en medio de su dolor,
extendió su mano para ayudar a otros, especialmente a quienes lo crucificaron.
Jesús vio la necesidad de otros en medio de su propia necesidad, y oró por
ellos al Padre.
Otra cosa que quiero resaltar es que, de esos dos
grupos, los que lloraban y los que se burlaban, ninguno le pidió su
intercesión, no creo que siquiera hayan pensado en eso cuando lo veían
desangrarse en esa cruz, sin embargo, el Señor tomó aliento e hizo una oración
intercesora por ellos.
¿Tu nivel de fe te lleva a interceder por las
necesidades de otros aún y cuando tus propias necesidades no han sido
cubiertas? ¿Tu fe se activa a ayudar a otros sin esperar a que te lo pidan?
Este es un punto sumamente importante si realmente
estamos buscando agradar a Dios a través de nuestra fe.
Filipenses
2:4-5 “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren
interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús”
Proverbios
11:25 “El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado”
¡Toma un aliento de fe! Y comienza a mirar a tu
alrededor, intercede por aquellos que te rodean, ayuda al que lo necesite, no
esperes a que te lo pidan, especialmente en esos días que sientas que tu carga
es muy pesada, ya verás como Él la hará ligera.
Mateo
25:31-43 NTV El juicio final
31 »Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria
acompañado por todos los ángeles, entonces se sentará sobre su trono glorioso.
32 Todas las naciones se reunirán en su presencia, y él separará a la gente
como un pastor separa a las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su
derecha y las cabras a su izquierda.
34 »Entonces el Rey dirá a los que estén a su
derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino
preparado para ustedes desde la creación del mundo. 35 Pues tuve hambre, y me
alimentaron. Tuve sed, y me dieron de beber. Fui extranjero, y me invitaron a
su hogar. 36 Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron.
Estuve en prisión, y me visitaron”.
37 »Entonces esas personas justas responderán:
“Señor, ¿en qué momento te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te
dimos algo de beber, o 38 te vimos como extranjero y te brindamos hospitalidad,
o te vimos desnudo y te dimos ropa, 39 o te vimos enfermo o en prisión, y te
visitamos?”.
40 »Y el Rey dirá: “Les digo la verdad, cuando
hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de estos, mis hermanos,
¡me lo hicieron a mí!”.
(Parte 3/3)
“Sin fe es imposible
agradar a Dios”
Hebreos 11:6ª
3.- La fe que persevera: ¿Qué tan firme está tu fe?
Santiago 1:3 NVI
“pues ya saben que la prueba de su fe produce perseverancia”
La perseverancia es una virtud de nuestro carácter
que no es fácil de mantener, porque involucra enfoque, persistencia,
diligencia, esfuerzo, deseo (voluntad), resiliencia (capacidad de afrontar de
situaciones difíciles y recuperarse, transformándolas en una fortaleza).
¿Para qué me sirve perseverar en la fe?
Hebreos
10:36 NTV
“Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora
para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que Él ha
prometido”
Es por eso que quiero cerrar este estudio dándote
algunos consejos para perseverar en la fe verdadera:
3.1. Mantén tu
mirada puesta en el Señor
Hebreos 12:2ª dice:
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador
de la fe”
DHH “Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él
procede nuestra fe y él es quien la perfecciona”
NVI “… el iniciador y perfeccionador de nuestra fe”
Poner tus ojos en Jesús
Significa enfocarte en Él todos los días de tu
vida. No debe ser algo que solo haces cuando tienes el agua hasta el cuello, es
importante crear el hábito. ¿O acaso su sacrificio no lo merece? Seamos
honestos… ¿cuántas veces hemos puesto nuestros ojos en Jesús solo después de
darnos cuenta que la embarramos?
Cuando las decisiones que tomamos no dan los
resultados que esperamos vamos corriendo a buscar su ayuda, allí es cuando nos concentramos
en mirarlo a Él.
Haz un ejercicio conmigo, piensa en todas las veces
que te moviste a tomar decisiones, a decir o hacer algo por la emoción del
momento o el consejo de otras personas, y que luego tuviste que arrepentirte
por no involucrar a Dios en tu decisión.
Aquí se trata de combatir nuestra naturaleza humana,
y el sistema de valores postmoderno que el mundo nos está imponiendo en este
momento. Se trata de luchar para mantener nuestros ojos puestos en el
Invisible, y no en lo que vemos físicamente.
Un ejemplo de esto lo encontramos en Esteban, quien
fijó sus ojos en el Señor, y solo así pudo perseverar en la fe hasta su muerte.
Hechos 7:55,
59-60
55 pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la
mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de
honor, a la derecha de Dios”
59 Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor
Jesús, recibe mi espíritu». 60 Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los
culpes por este pecado!». Dicho eso, murió.
El salmista también entendió la importancia de
enfocarnos en mirar a Dios en toda circunstancia:
Salmos 25:15
NTV
“Mis ojos están siempre puestos en el Señor, porque
él me rescata de las trampas de mis enemigos”
Salmos
119:18 NTV
“Abre mis ojos, para que vea las verdades
maravillosas que hay en tus enseñanzas”
Salmos
119:37 NTV
“Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida
mediante tu palabra”
Autor
Cuando hablamos de Jesús como el “autor”, quiere
decir que Él es el creador de nuestra fe, procede de Él, no existe otra fuente
que origine nuestra fe, solo Él.
Colosenses
1:16 NTV
“porque, por medio de él, Dios creó todo lo que
existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos
ver y las que no podemos ver, tales como tronos, reinos, gobernantes y
autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por medio de él y para él”
Consumador
Cuando hablamos de Jesús como el “consumador”,
quiere decir que Él es quien la hace completa.
¿Recuerdas las palabras finales del Señor en la
cruz? Él dijo “consumado es” en otras palabras “he completado la obra redentora
en su totalidad”
Juan 19:30
RV1960
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado
es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”
Jesús no solo es el autor de nuestra fe, sino quien
la completa, la perfecciona, la hace cumplir su propósito.
De principio a fin, tu fe debe atravesar un proceso
de crecimiento, que incluye momentos difíciles, tiempos en donde vendrán
pensamientos de duda, angustia, incertidumbre. Sin embargo, es necesario tener
siempre presente que el autor y consumador de tu fe va contigo en esa carrera,
desde el punto de partida hasta que llegas a la meta, si caes, Él te extenderá
su mano, si te debilitas, Él te dará las fuerzas necesarias. ¡Nunca lo dudes!
Porque sin fe será imposible agradarle.
Filipenses
1:6 NTV
“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena
obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día
que Cristo Jesús vuelva”
3.2. Restaura
tu primer amor
Si bien es cierto que “sin fe es imposible agradar
a Dios”, también la Palabra nos advierte que “si tuviese toda la fe, de tal
manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” (1 Corintios 13:2b
RV1960)
Hace algunos años, tuve la oportunidad de asistir a
una conferencia profética internacional en Italia, y allí, en medio de la
alabanza, escuché una voz que me dijo “Has perdido tu primer amor”. Y, por
supuesto, comencé a debatir, ¿cómo era posible que Dios me dijera eso después
de todo el esfuerzo que hice por estar allí?
En el libro de Apocalipsis, el Señor le dije a la Iglesia
de Éfeso:
Apocalipsis
2:2-4 NVI
2 »Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu
perseverancia. Sé que no puedes soportar a los malvados y que has puesto a
prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son; has descubierto que son
falsos. 3 Has perseverado y sufrido por mi nombre sin desanimarte. 4 »Sin
embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor.
La versión NTV
dice:
“Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a
mí ni se aman entre ustedes como al principio!”
Muchas veces asumimos que Dios está agradado de las
innumerables actividades que hacemos “para Él”, sin embargo, en medio de esa
apretada agenda, es fácil desenfocarnos del verdadero motivo por el cual lo
hacemos.
Todo lo que hacemos para Dios debe estar motivado por
el amor, a Él y al prójimo, tal y como lo hicimos cuando empezamos a caminar
con Él.
Juan 14:24
NTV
“El que no me ama no me obedece. Y recuerden, mis
palabras no son mías; lo que les hablo proviene del Padre, quien me envió”
Romanos 8:28
RV1960
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados”
En los últimos tiempos el amor de muchos se
enfriará, algunos habrán perdido su primer amor.
Mateo
24:12RVC
“y tanto aumentará la maldad que el amor de muchos
se enfriará”
Donde hay amor, hay obediencia, lealtad y gratitud,
es por eso que el amor complementa tu fe, la nutre, es su compañero de batalla.
1
Tesalonicenses 5:8 RV 1960
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios,
habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de
salvación como yelmo”
El enemigo no puede hacer nada ante esta armadura,
si estás protegido por la fe y el amor, acompañado de la expectación de que
viviremos con el Señor por siempre, los dardos de fuego que envíe satanás no te
dañarán, ni te detendrán. Como soldado del ejército de Dios necesitas tu coraza
y tu yelmo siempre.
2 Timoteo
1:13 NTV
Aférrate al modelo de la sana enseñanza que
aprendiste de mí, un modelo formado por la fe y el amor que tienes en Cristo
Jesús.
3.3. Esquiva
los obstáculos
Algunas fortalezas que deberás derribar para
avanzar en fe:
Emociones o
sentimientos guiados por razonamientos humanos
La incredulidad, la duda, el temor, la apatía, hacen
que nuestra fe se estanque.
Marco 6:5-6 NTV
“Y, debido a la incredulidad de ellos, Jesús no pudo hacer ningún
milagro allí, excepto poner sus manos sobre algunos enfermos y sanarlos. Y estaba
asombrado de su incredulidad”
Ataduras del pasado
Cuando vemos hacia atrás y pensamos en lo que debimos o no debimos
hacer, viene la culpabilidad, y con ella la creencia de que difícilmente Dios
nos considerará para cosas mayores. También podría ocurrir que añoramos cosas
que realmente son insignificantes, pero que de igual forma son una piedra de
tropiezo para nuestra fe. Como, por ejemplo, los israelitas en el desierto
añorando la comida de Egipto.
Números 11:5 NTV
¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto!
¡También comíamos pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!
Lucas 9:62 NTV
Jesús le dijo: —El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no
es apto para el reino de Dios.
Pablo tenía muy claro este punto:
Filipenses
3:13-14 NTV
13 No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me
concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo
por delante, y así 14 avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir
el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
El pecado
El pecado nos aleja de Dios. Quien realmente desea crecer
espiritualmente buscará la manera de alejarse del pecado y de las tentaciones.
Juan 8:34 NTV
Jesús contestó: “Les digo la verdad, todo el que comete pecado es
esclavo del pecado”
Tácticas del enemigo
El diablo siempre va a tratar de hacerte creer que no puedes o no lo
mereces. Sin embargo, Dios te dice que Jesús ya pagó el precio hace más de 2000
años. ¿A quién le creerás? ¿En cuál de los dos pondrás tu fe?
Juan 14:12 NTV
“Jesús dijo: “» Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las
mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el
Padre"
3.4. Examina
tu fe
Haz una autoevaluación que te permita discernir qué
tan sólida está tu fe.
2 Corintios
13:5 (NTV)
“Examínense para saber si su fe es genuina.
Pruébense a sí mismos. Sin duda saben que Jesucristo está entre ustedes; de no
ser así, ustedes han reprobado el examen de la fe genuina”
Aquí Pablo llama a los Corintios a que cada uno
haga una autoevaluación de su propia fe. La única manera de corregir o mejorar
algo es examinarlo y reconocer las
fallas.
Aprovecho este punto para resaltar que Pablo dice
“examínense a sí mismos”, no dice “examina la fe de otros”. En ocasiones nos
sentimos tan “llenos de fe” para algunas cosas que, sin darnos cuenta, nos
convertimos en los jueces de la fe de otros.
Hace algunos años, en una conversación con mi
pastor acerca de la fe, me decía que es importante entender que Dios va
llevándonos a los siguientes niveles de fe a través de nuestro caminar con Él,
nos hace ejercitarla para fortalecerla y aumentarla. La vida de Abraham es el
ejemplo perfecto, Dios fue colocándole una prueba cada vez mayor, a medida que
se consolidaba su fe.
Otro punto importante a recordar, es que nadie
debe juzgar el nivel de fe de otro, porque es Dios quien va trabajando en la
persona, cada uno va a su propio ritmo con procesos diferentes. No puedes
obligar a alguien a tener el nivel de fe que tú tienes, y mucho menos asegurar
que no tiene fe.
El único que escudriña los corazones y conoce el
nivel de fe de cada uno es Dios, ningún ser humano tiene esa capacidad, y mucho
menos la libertad para juzgar y sentenciar la fe de otro hermano en Cristo.
En vez de juzgar podemos animar a otros, siendo un
ejemplo que anhelen seguir, siendo esa luz que necesitan para alumbrar el
camino por donde deben seguir. ¿Será que nuestra fe llega a ese nivel?
Recuerda: La verdadera fe no juzga la fe
ajena. La verdadera fe se prueba a sí
misma.
1 Pedro
1:7-8 NTV
“Así que alégrense de verdad. Les espera una
alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve.
Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la
misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es
mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en
tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que
Jesucristo sea revelado a todo el mundo.”
Y para concluir con este estudio, te animo a que
memorices este versículo:
1 Juan 5:4-5
NTV
Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de
maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe.
¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo?
Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.
14/06/2024