Sunday, February 17, 2013

AGRADECIDO / THANKFUL !


11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos representan al pueblo de Israel. Ellos dicen: “Nos hemos vuelto huesos viejos y secos; hemos perdido toda esperanza. Nuestra nación está acabada”.12 Por lo tanto, profetiza y diles: “Esto dice el Señor Soberano: ‘Oh pueblo mío, abriré las tumbas del destierro y haré que te levantes. Luego te regresaré a la tierra de Israel. 13 Cuando eso suceda, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor. 14 Pondré mi Espíritu en ti, volverás a vivir y regresarás a tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, he hablado y que he cumplido mi palabra. ¡Sí, el Señor ha hablado!’”». Ezequiel 37:11-14¡Gracias Señor! Porque sin ti yo sería como esa gente que sentían ser huesos secos, sin fe con la cual alimentarse, sin esperanza por la cual perseverar, y sin fuerzas con que luchar por sus bendiciones.

Tú has prometido ser mi luz y mi salvación, eres quien me protege del peligro y derrotas a los que intentan hacerme mal, por eso viviré confiado en que veré tu bondad mientras viva, porque cada vez que te busco tú estás allí, y siempre estarás.  Líbrame de causar tristeza a tu corazón porque tu mereces todo mi amor y fidelidad. Amén


El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer?. El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro,  entonces ¿por qué habría de temblar?  Cuando los malvados vengan a devorarme, cuando mis enemigos y adversarios me ataquen,  tropezarán y caerán. Aunque un ejército poderoso me rodee,  mi corazón no temerá. Aunque me ataquen, permaneceré confiado. Salmo 27


------------------------------------


11 Then he said to me, “Son of man, these bones represent the people of Israel. They are saying, ‘We have become old, dry bones—all hope is gone. Our nation is finished.’ 12 Therefore, prophesy to them and say, ‘This is what the Sovereign Lord says: O my people, I will open your graves of exile and cause you to rise again. Then I will bring you back to the land of Israel. 13 When this happens, O my people, you will know that I am the Lord. 14 I will put my Spirit in you, and you will live again and return home to your own land. Then you will know that I, the Lord, have spoken, and I have done what I said. Yes, the Lord has spoken!’” Ezekiel 37:11-14


Thank you Lord! Because without you I would be like those people who felt as dry bones, without faith to feed themselves, without hope to persevere, and without strength to fight for their blessings.You've promised to be my light and my salvation, you are who protect me from danger and make evil people to stumble and fall, that´s why I´ll trust you all my life, I'll see your kindness while alive, because whenever I look for you, You´ll be there, and always will be. Deliver me from causing you sadness, because You deserve all my love and faithfulness. Amen

The Lord is my light and my salvation— so why should I be afraid? The Lord is my fortress, protecting me from danger, so why should I tremble? When evil people come to devour me, when my enemies and foes attack me, they will stumble and fall. Though a mighty army surrounds me, my heart will not be afraid. Even if I am attacked, I will remain confident” Psalm 27

Tuesday, February 12, 2013

PERDONANDO CÓMO JOSÉ Y PIDIENDO PERDÓN COMO SUS HERMANOS 2da Parte:


PERDONANDO CÓMO JOSÉ Y PIDIENDO PERDÓN COMO SUS HERMANOS 2da Parte:

GENESIS 50 (NTV)

14 Después de haber enterrado a Jacob, José regresó a Egipto junto con sus hermanos y todos los que lo habían acompañado al entierro de su padre. 15 Pero ahora que su padre había muerto, los hermanos de José tuvieron temor, y se decían: «Ahora José mostrará su enojo y se vengará por todo el mal que le hicimos».
 16 Entonces enviaron a José un mensaje que decía: «Antes de morir, tu padre nos mandó que 17 te dijéramos: “Por favor, perdona a tus hermanos por el gran mal que te hicieron, por el pecado de haberte tratado con tanta crueldad”. Por eso nosotros, los siervos del Dios de tu padre, te suplicamos que perdones nuestro pecado». Cuando José recibió el mensaje, perdió el control y se echó a llorar. 18 Entonces sus hermanos llegaron, y se arrojaron al suelo delante de José y dijeron:    —Mira, ¡somos tus esclavos!  19 Pero José les respondió:    —No me tengan miedo. ¿Acaso soy Dios para castigarlos? 20 Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas. 21 No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos.
Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.

------------------------

Hace aproximadamente un año escribí acerca de José y sus hermanos, en ese tiempo estudiamos la personalidad de José y su capacidad para perdonar y olvidar el mal que sus hermanos habían tramado contra él.

Este escrito puede encontrarlo en el siguiente link:
http://www.dambrosioitala.blogspot.com/2012/02/perdonando-como-jose-y-pidiendo-perdon.html

Cuando estudiamos la vida de José, una de las cosas que más nos impacta es su especial capacidad para perdonar a sus hermanos, incluso aunque éstos llegaron a pensar en asesinarlo.

Generalmente, utilizamos este pasaje para hablar de la importancia del perdón, pero esta vez quisiera que veamos el otro lado de la moneda, y también analicemos la actitud que debe tener aquel que pide perdón.

En este pasaje puedo ver tres cambios de actitud que les permitió recibir el perdón, primeramente de Dios, y seguidamente de José (porque fue Dios quien ministró directamente al corazón de José y lo quebrantó de esa manera tan especial).

Estos hombres recibieron perdón porque:

1.- Reconocieron su error:

Lo primero que decía el mensaje que enviaron a José de parte de su padre Jacob fue: “perdona a tus hermanos por el gran mal que te hicieron” (v.17a). Si no hubiesen estado de acuerdo con esa declaración simplemente no hubieran enviado el mensaje a su hermano José.

Cuando una persona reconoce con sinceridad el mal que ha hecho, hay dos cosas que vienen de la mano con esto. La primera es una profunda tristeza, es a lo que llamamos quebrantamiento. Y la segunda, es el arrepentimiento. Siempre he escuchado a mi pastora decir que “sin quebrantamiento no hay arrepentimiento”.

El apóstol Pablo explica que esta tristeza producida por el arrepentimiento trae buenos frutos que nos acercarán al Señor, y por consiguiente a los que nos rodean.

10 Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, al cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual” 2 Corintios 7:10


2.- Se reconciliaron con Dios:

En segundo lugar, ellos mismos declaran su rendición delante de ese único Dios viviente en quien su padre y José creyeron: “Por eso nosotros, los siervos del Dios de tu padre, te suplicamos que perdones nuestro pecado” (v.17b).

Este es un paso muy importante, el verdadero arrepentimiento hace que el agraviante se acerque a Dios, en medio de esa tristeza que le produce el pensar que ha causado dolor a otra persona, lo primero  que hace es pedir perdón a Dios y suplicar su dirección y sabiduría. Esto trae como consecuencia un cambio de actitud, una gracia especial que será derramada sobre su vida, de manera tal que cuando pida perdón, la persona agraviada ya estará preparada por el Espíritu Santo, y tendrá una sorprendente disposición para perdonar.

¡Dios es así de perfecto y compasivo con quienes lo buscan de corazón!

Salmo 32:1-2 “ ¡Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado! Sí, ¡qué alegría para aquellos a quienes el Señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia!

Salmo 86:5 “¡Oh Señor, eres tan bueno, estás tan dispuesto a perdonar, tan lleno de amor inagotable para los que piden tu ayuda!

3.- Fueron humildes:

En tercer lugar, vemos a los hermanos de José mansos como nunca antes: “¡somos tus esclavos” (v.18). La humildad forma parte de ese fruto que produce el Espíritu Santo en toda persona que decide realmente tener comunión con Él.

Gálatas 5:22-23 “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

Mateo 5:5 “Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra

Mateo 23:11-12 “El más importante entre ustedes debe ser el sirviente de los demás; pero aquellos que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan a sí mismos serán exaltados


Para concluir este tema que, como dije al principio, comencé a meditar con mayor interés hace aproximadamente un año, puedo decir que, independientemente de los agravios recibidos (como fue el caso de José), ó de los errores cometidos (como los de sus hermanos), todos necesitamos comunión con nuestro Creador, todos debemos procurar permanecer en su presencia diariamente, sin esa relación con el Señor jamás podremos perdonar como lo hizo José, y mucho menos pedir perdón como lograron hacerlo sus hermanos.

Oremos para que nuestros pasos sean guiados por el Señor, a fin de que Su voluntad se cumpla, y que todo ayude a bien en nuestras vidas y en la vida de los que se afectan con nuestras acciones.

“Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos” Romanos 12:18

Dtb!

Itala D´Ambrosio S.
22/02/2012 – 12/02/13

Sunday, February 10, 2013

Quítenle esa ropa sucia!


Quítenle esa ropa sucia!

Hace unos días, conversando con una amiga misionera que actualmente se encuentra trabajando con algunas iglesias en La India, me hablaba acerca de los obstáculos que se han levantado para formar grupos de intercesión en ese lugar, y coincidimos en que Dios está urgido en levantar intercesores que se coloquen en la brecha, que se atrevan a creer que pueden mover la mano de Dios por medio de sus oraciones.
Esta misionera también me animó a leer sobre una de las visiones que Dios le dio al profeta Zacarías. La visión es la siguiente:
Zacarías 3:1-7 (NTV)
Entonces el ángel me mostró a Jesúa, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del Señor. El Acusador, Satanás, estaba allí a la derecha del ángel y presentaba acusaciones contra Jesúa. 2 Entonces el Señor le dijo a Satanás: «Yo, el Señor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, el Señor que eligió a Jerusalén te reprende. Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego».
La ropa de Jesúa estaba sucia cuando estuvo de pie ante el ángel. Entonces el ángel dijo a los otros que estaban allí: «Quítenle esa ropa sucia». Luego se volvió hacia Jesúa y le dijo: «¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina».
Luego yo dije: «Deben también colocarle un turbante limpio en la cabeza». Así que ellos le pusieron en la cabeza un turbante sacerdotal limpio y lo vistieron de ropas nuevas, mientras el ángel del Señor permanecía cerca.
Entonces el ángel del Señor habló solemnemente a Jesúa y le dijo: «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: “Si tú sigues mis caminos y me sirves con cuidado, recibirás autoridad sobre mi templo y sus atrios. Permitiré que camines entre los otros que están aquí”

Este profeta fue llamado aproximadamente 500 años antes del nacimiento de Jesús. Habló proféticamente a los exiliados para que volvieran a buscar la presencia de Dios, y los animaba a reconstruir el templo.
Vamos a analizar estos siete versículos:

V.1-2- Entonces el ángel me mostró a Jesúa, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del Señor. El Acusador, Satanás, estaba allí a la derecha del ángel y presentaba acusaciones contra Jesúa. 2 Entonces el Señor le dijo a Satanás: «Yo, el Señor, rechazo tus acusaciones, Satanás. Así es, el Señor que eligió a Jerusalén te reprende. Este hombre es como un tizón en llamas que ha sido arrebatado del fuego».
La situación que estaba viviendo este sacerdote en ese momento es algo a lo que cada hijo de Dios debe enfrentarse frecuentemente.
Este sacerdote (sacerdote significa “representante del pueblo delante de Dios y de Dios delante del pueblo”), estaba de pie ante el Señor pero también estaba Satanás. Satanás siempre se presentará para acusarnos, para tratar de destruir la confianza que Dios ha depositado en nosotros. En Job 1 también vemos como Satanás trata de desprestigiar a Job delante del Señor.
Apocalipsis 12:10 dice: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”

Si bien es cierto que Satanás está constantemente acusándonos delante de Dios, también es importante recordar que primeramente esta el Ángel del Señor para defendernos. Jesús prometió interceder por nosotros igualmente día y noche, y mayor es Él, que está en nosotros, que el que está en este mundo. (1Jn4:4)

22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. (He 7.22-25)

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1Tim2:5)

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1)

Zacarias visualiza al Ángel del Señor justo enfrente del sacerdote. Puedes tener la plena certeza que el Señor jamás te ha dejado, que independientemente de lo grave que sean las acusaciones de Satanás, Dios nunca quitará su presencia de ti, mas bien tu eres quien decide si quedarte o no delante de Él, si realmente has dado motivos a Satanás para acusarte hoy es el día en que has sido llamado al arrepentimiento, a reconocer delante del Ángel del Señor tus errores y entregarte por completo a Su voluntad, de esa manera el enemigo no podrá volver a arrojarte al fuego, apenas te rindas delante de Dios el diablo huirá de ti.

Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo. 10 Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor.” Santiago 4:7-8,10

V.3-5 La ropa de Jesúa estaba sucia cuando estuvo de pie ante el ángel. Entonces el ángel dijo a los otros que estaban allí: «Quítenle esa ropa sucia». Luego se volvió hacia Jesúa y le dijo: «¿Ya ves? He quitado tus pecados y ahora te voy a dar esta ropa nueva y fina».
Luego yo dije: «Deben también colocarle un turbante limpio en la cabeza». Así que ellos le pusieron en la cabeza un turbante sacerdotal limpio y lo vistieron de ropas nuevas, mientras el ángel del Señor permanecía cerca.

En este tiempo, hemos sido convocados a interceder como nunca antes, se ha dicho que este es un momento crucial en donde Dios anhela escuchar las voces de sus escogidos clamar a Él, y que está dispuesto a mostrarnos cosas grandes y ocultas que aún no conocemos (Jeremías 33:3).

En base a eso, y leyendo estos tres versículos, le hice algunas preguntas al Señor: ¿Por qué les ordenaste a los otros que estaban allí cambiar las vestiduras de ese sacerdote? ¿Por qué no le dijiste a él mismo que se despojara de esa ropa sucia? ó más bien ¿Por qué el Ángel del Señor no lo vistió con las nuevas ropas? ¿Qué papel juegan esas personas a su alrededor? ¿Quiénes son?

Y la respuesta que recibí fue que, en este tiempo, ese trabajo de quitar las ropas sucias y colocar las nuevas no es más que la intercesión de los que están a su alrededor.

Inmediatamente, vino a mi mente la última parte de la palabra profética que Dios decretó para Colombia a través de la pastora Claudia Castellanos el día 30/01/2013, de la cual me apropié y decreté para la iglesia venezolana también, porque creo que aplica para todas las naciones y para cada cristiano, en ella se  resume el poder que hay en la intercesión, y es la siguiente:

Algunos de mis hijos murieron, pero por tu intercesión vendrá vida. Algunos hogares han entrado en crisis, pero por tu intercesión habrá restauración. Algunos de mis niños y de mis jóvenes están perdiendo la fe, pero por tu intercesión serán como David. Algunas de mis hijas han manchado sus vestiduras, pero por tu intercesión serán como María. Por eso, levanten manos al cielo sin ira ni contiendas, y con un corazón perdonador, y Dios hará grandes cosas"

Esto me hizo recordar la importancia de la cobertura espiritual, lo indispensable de formar parte del cuerpo de Cristo, de tener amistades cristianas que sabes que, lejos de juzgarte, interceden delante de Dios para que seas perdonado y reconciliado de una manera sobrenatural.

Hoy quiero que te visualices en dos posibles situaciones:
1) Tú como ese sacerdote: Dios te rescata, te perdona y te restaura cada vez que clamas a Él con genuino arrepentimiento. Dios te defiende cada vez que Satanás te acusa. Y a través de la intercesión de los cristianos que están a tu alrededor, con los cuales has hecho amistad, eres vestido con ropas nuevas y limpias. Quienes están a tu alrededor te ayudarán en tu restauración, lejos de juzgarte, buscarán que retomes tu posición de sacerdote, de líder, de ministro de Dios, lo antes posible.

2) Tú como parte de aquellos que están alrededor del sacerdote a restaurar: mira tus ropas, están nuevas y limpias, estás en una posición de privilegio, gozas de una comunión especial con el Ángel del Señor. Por consiguiente, tu deber es tomar las ropas sucias del que está siendo juzgado por Satanás y seguir las instrucciones del Señor. Tu obligación es cerrar tus oídos a las acusaciones que  Satanás hace en su contra y escuchar el mandato del Señor que te dice: “quita sus ropas sucias y vístelo con ropas nuevas y limpias”, en otras palabras, intercede por su vida, profetiza aliento de vida, sanidad, restauración, y cuando lo hagas, visualízate tomando sus viejas vestiduras y colocándole nuevas. Obedece al Señor en esto y verás la palabra dada a la Pastora Claudia Castellanos hecha una realidad en la gente por la cual estás intercediendo, ya sea tu familia, tus discípulos y en toda persona que desees que conozca al Señor de la manera como tú lo has conocido.

V.6-7: Entonces el ángel del Señor habló solemnemente a Jesúa y le dijo: «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: “Si tú sigues mis caminos y me sirves con cuidado, recibirás autoridad sobre mi templo y sus atrios. Permitiré que camines entre los otros que están aquí.

Finalmente, Dios da una instrucción y una promesa para el que la cumpla. A aquellos que decidan obedecer la Palabra de Dios y servirle con todo su corazón, tendrán esa autoridad que Jesús prometió cuando dijo: “mayores cosas harán en mi nombre” (Juan 14:12)

Hoy puedes hacer mayores cosas a través de tu intercesión, quitarás las ropas sucias de una nación entera llamada Venezuela, y si ella viste de ropas nuevas y limpias, tu familia, tu trabajo, y todo a tu alrededor también lo hará!

Dtb!
Itala D´Ambrosio Silva